COPPERHEAD

Nombre real: Larissa Díaz

Edad: 34 años

Peso: Desconocido

Altura:1'72 metros

Lugar de origen: Desconocido

Copperhead es el nombre utilizado por varios villanos, pero Larissa es una de las personas más peligrosas del planeta. Con una lengua bífida, ojos de reptil para intimidar y unas habilidades contorsionistas extremas, sumado a sus garras afiladas y su letal veneno, hace que sea una asesina muy sigilosa, rápida y letal.

Apenas se sabe nada de Copperhead, excepto su historial delictivo. Tiene múltiples asesinatos a sus espaldas, y se ha fugado de 14 prisiones de máxima seguridad. Su aspecto de reptil, contorsionismo, sigilo y rapidez recuerdan a una serpiente. Cualquier hueco, chimenea o respiraderos le sirven para moverse, incluso, entre las paredes. Usa su agilidad y flexibilidad sobrehumana para conseguir acceder a sitios por los que parece imposible que entre una persona.

Respecto a su sigilo y velocidad, es capaz de mezclarse entre la gente, asestar un golpe letal a su víctima y desaparecer antes de que esta caiga al suelo muerta. Los testigos de algunos ataques han afirmado que eran varias personas los responsables puesto que asestaban golpes desde distintas direcciones y no creían que fuera posible que solo hubiese una persona. Sus garras de metal perforan la carne sin demasiada complicación, pero lo más peligroso es su veneno.

Copperhead va armada con toxinas letales prácticamente desconocidas para el resto de las personas, por lo que no hay antídoto. Es casi imposible el tratamiento y, aparte de las alucinaciones, provocan un gran dolor en la víctima antes de morir. No se tiene ninguna constancia de su pasado, solo una partida de nacimiento y poco más. Se sospecha que su padre biológico pudiera ser el primer Copperhead, de ahí el entrenamiento y la disciplina, pero no hay ninguna prueba que lo refuten.

Batman sabía que unas cuerdas, esposas o cadenas no la detendrían mucho tiempo, así que cuando consiguió detenerla y noquearla, la encerró en un contenedor marítimo atada con cadenas y recomendó a los agentes reducirla con electricidad si era necesario para tenerla bajo control.